Puebla Vieja
El resurgir de Laredo comienza por recuperar la zona cero de la villa pejina. Un entorno que, debidamente rehabilitado y puesto en valor, ejercerá de motor para una reactivación vital, social y económica, que permita a nuestra villa adentrarse con fuerza en un futuro ilusionante.
Acceso alternativo desde el Alto de Laredo, que permitirá peatonalizar y recuperar el el eje Plaza de la Constitución- Revellón. Eliminar la circulación que divide y asfixia al núcleo histórico se convierte en una prioridad para desplegar el resto de actuaciones. Nos comprometemos a impulsar el desarrollo de un vial alternativo al norte de la calle San Francisco que desvíe el tráfico entre el Alto de Laredo y la Estación de Autobuses. Una solución imaginativa que tiene como ejes fundamentales una rotonda en mitad del descenso, así como un pasaje soterrado en su tramo final (banda azul). Ello permitirá actuaciones como la peatonalización de la plaza de la Constitución, así como la semi-peatonalización de la calle Menéndez Pelayo (ver detalles fotográficos). Garantizando el acceso residencial y de servicios a este entorno, pero eliminando la alta densidad circulatoria que actualmente transita “de paso”, estaremos afianzando una solución eficaz, sostenible y de futuro para la supervivencia de la Puebla Vieja laredana.
Plan Director para la Rehabilitación de la Puebla Vieja. Miremos a medio y largo plazo. Necesitamos una hoja de ruta, que incluya actuaciones calle a calle durante un periodo sostenido, ajeno a los vaivenes electorales. Promoveremos un consenso entre todos los partidos políticos que, con una sola voz, requerirán la implicación del Gobierno de España y del Gobierno de Cantabria. Todos de la mano para hacer que la recuperación integral de la Puebla Vieja sea una realidad. Por supuesto, con especial atención para que esa joya que representa la iglesia parroquial de Santa María de Laredo reciba una protección integral que proteja a la Notre Dame pejina. De forma más inminente, colaboraremos económicamente en sufragar los gastos derivados del arreglo del nefasto estado de su cubierta.
Actualización del Plan Especial de la Puebla Vieja. Han pasado muchos años desde su redacción y debemos adaptar este documento al presente. Analizar, estudiar y favorecer las necesidades de quienes actualmente la habitan, y prever los requerimientos de quienes ubicarán allí su hogar, una vez recobre el vigor que se merece. Fomentar actividades artesanas y de servicios, plenamente compatibles con la convivencia, evitando así su deterioro ambiental.
Accesibilidad. La Puebla Vieja debe ser accesible para todos los laredanos y quienes la visitan. Las barreras arquitectónicas son un freno para las opciones de revitalización que se proyectan sobre el lugar en el que nuestros antepasados fundaron este maravilloso pueblo. Vamos a garantizar, mediante fórmulas de mínimo impacto visual, la llegada al cementerio municipal, a la iglesia de Santa María, y al resto de localizaciones de la zona más elevada de nuestro conjunto histórico.
Equipamientos. Convertiremos el antiguo Ayuntamiento en un centro de Interpretación sobre la Historia de Laredo. Pondremos en valor y uso los equipamientos rehabilitados en La Atalaya, de forma coordinada con el Centro de Interpretación situado en la antigua Casa Consistorial.